.

La suave caricia del viento hace contacto con mi cuerpo;
jugando con la fina tela que me envuelve.

Me estremezco dejándome llevar por una
gelidez desagradable.

No me gusta el frío;
se siente vacío.

No sé cuánto tiempo llevo sentada en el banco,
esperándote con un vestido fresco de gasa.

El sol amenaza con ocultarse en el horizonte
y ser sustituido por la noche.

Suspiro.

Me habías prometido que vendrías...
...y no estás.














La hora del crepúsculo ha llegado.

.
.
.

Y yo sigo aguardándote en el banco.






El sonido del silencio

No dejo de pensar en lo ocurrido.

De… intentar explicar con vocablos el dolor de tu ausencia. Papá, lo siento pero ya sabes que el tema de escribir no es lo mío.

Yo… quisiera decirte

Creo que todo fue culpa de las palabras. Además; ¿de qué sirve tener un lenguaje si es incapaz de expresar cómo verdaderamente nos sentimos?

Por eso dejé de hablar; las palabras no sirven para nada.

Son efímeras; desaparecen con el viento.

Y ahora me dirás: ¿por qué escribes?

No lo sé. Como también desconozco por qué a veces canto.

Sangre…

En mi mente aún sigue grabada aquella noche; el disparo, aquel ladrón con el rostro cubierto con un pasamontañas y tu inerte cadáver en el suelo; gélido, si vida.

No debí de haberme despertado por el sonido que produjo aquel hombre al irrumpir en nuestra casa, ni tampoco hice bien al correr a despertarte. Suerte que mamá se quedó durmiendo en la cama; fue afortunada al no vislumbrar aquella escena.

Te quiero, siempre lo haré. Aún recuerdo el rostro de mamá cuando corrió al ver el jaleo, fue

Carta de Clara entregada

a su fallecido padre en la tumba

del cementerio.

.

.

.

Fragmento del prólogo de un relato mío.



La niña

La niña llora sosteniendo la caja; la niña derrama lágrimas sintiéndose pequeña.

La niña ya no sonríe; la niña ya no está contenta.

Todas las noches la niña contempla el cielo tratando de atrapar un rayo de luna para guardárselo en su cajita.

La niña nunca lo consigue, por eso se le escapa la vida.

El llanto de la niña es poderoso mas al caer la noche todos estamos tristes, pues no sólo se nos escapa el día sino también la sonrisa de la niña.

La tinta de mi bolígrafo azul se corre al escribir, por eso ya nadie lee mis palabras.

Máscara

Quisiste ser el rey del cielo y del universo; de todo aquello que te rodeaba.
Quisiste demostrar al mundo tu innegable poder.
Quisiste avasallar a las personas e intimidarles con sangre.
Quisiste que nadie dudara de tu valía.

-¿Por qué?-

Dime; ¿Acaso tu interior es tan frágil que pretendes demostrar lo contrario con esto?, ¿acaso eres tan débil que temes destapar esa faceta enterrada profundamente en tu interior?

-Tú sólo te delataste-

Y ahora la gente cuchichea y habla de tí a tus espaldas; te tienen compasión, mas al comportarte así lo único que conseguiste es que la máscara que llevabas portando durante años se hiciera añicos, mostrando el interior de tu ser.

Eres semejante a un niño pequeño y asustado que aún no ha encontrado su lugar en el mundo.


Soledad

Frente a mí se extiende el vacío.
Todo lo que me rodea es una gran extensión de tierra infértil;
no hay ni casas, mi plantas.
Ni árboles o personas.

Asustada, empiezo a correr;
en busca de algo muy importante,
pero el caso es,
que no sé qué es.

Aquel algo es lo que me permitirá huir de aquella pesadilla;
la llave que abrirá la puerta de salida
de aquel terreno olvidado.
Pero sigo sin saber qué es.

Empiezo a caminar en círculos;
puesto que todo el terreno es igual,
no tengo ni la más remota idea,
de si avanzo.

Sollozo llena de impotencia,
de pánico,
de terror, de ira...

Pero ninguna palabra sale de mi boca.

Yo...
El desgarrador silencio que me rodea,
juega con mi estado de cordura;
riéndose de mí.

¿Dónde estoy?
No lo sé.
Para salir de aquí;

debo de averiguar el sonido del silencio.

Porque algo, es aquello
que nos permite hablar.

.

Me duele...
Me duele...
Me duele...
Me duele...
Me duele...

Te observo;
ausente en mi agonía.

Tú me ignoras;
ni siquiera me dedicas una mueca de reproche o desdén.

Para tí yo soy patética;
un cría ingenua que no te merece.

Y yo debería odiarte;
y no lo hago.

Me duele...
Me duele...
Me duele...
Me duele...
Me duele...

Sollozo.
Suspiro,
tratando de recobrar la compostura.

Me duele...
Me duele...
Me duele...
Me duele...
Me duele...

—Luna, ¿estás bien?— me pregunta Ángel, preocupado.
Me trago mis lágrimas.
—S-Sí— logro tartamudear.
En el rostro de mi amigo se puede leer la agonía.
—Es él otra vez, ¿verdad?
No digo nada. Ángel toma aire; su dolor es un eco del mío.
Su mano acaricia mi cabello con suavidad; me gusta; me relaja.
—Ojalá pudiera amarte a tí, en vez de a él —me sincero en tono amargo.
Ángel me abraza, con ternura. Inspiro con suavidad, llenando mis pulmones con su dulce aroma.
Sus ojos se clavan en los míos, con fuerza; son tan brillantes y cálidos que me dejo llevar por su resplandor.
Repentinamente, toma mi mano; con determinación y fuerza.
—Úsame— afirma en tono seguro—. Utilízame para olvidarle. No me importa ser su sustituto si puedo estar a tu lado.
Me veo tentada a aceptar su oferta, pero aún así, niego.
—Eso no sería justo para tí. Te mereces algo más que los pedazos de un corazón.
Él se resiste.
—Por favor, Luna. Concédeme una oportunidad. Déjame aliviar tu dolor; mi corazón sanará al tuyo.
.
.
.
Creo que la nueva plantilla me inspiró XDD.
Muajaja.
Ahora hay una nueva opción que permite guardar los gagdets y ya no los tengo que volver a poner.
¡¡Qué iluuuu!!
Ains... creo que me emocioné XDD.

.

Me gritas, berreas, me insultas...

Y yo lloro;
triste, melacólica;
sola.

Me humillas, me desprecias, me pegas...

Y yo no hago nada;
te observo;
aterrada.

Y luego... Luego afirmas quererme;
pero sin embargo me haces daño.

...¿Por qué?
... ¿Por qué?
... ¿Por qué?

Silencio.

No te quiero ver más;
eres un mentiroso...






Si me amaras no me maltratarías.
 
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