Llevo años queriendo dejar de ser la misma, pero todo se repite. Y, cuando me miro en el espejo, también me siento la misma; como si el tiempo, a pesar de todo, no me carcomiera. Mi carne intacta, para seguir evocándome con diecisiete años y toda la vida por delante.
Ojalá escapar de mí; ojalá arrancarme las vísceras. Y, con la misericordia que traería el dolor por la herida abierta, conseguir pedirme perdón. Todavía no me he perdonado.
0 naufragios:
Publicar un comentario