.

Pero, por mucho que me duela admitirlo, sigo siendo una cáscara vacía. Qué me arrancaron las entrañas y me molieron los huesos hasta arrebatarles el tuétano. Y aquí sigo; pensándome como alguien distinta. 

¿De qué material están hechas las emociones? ¿Por qué, hace ya tanto tiempo, eran tan sinceras que parecía que podría alcanzarlas y, ahora, se escurren entre mis dedos como si fueran jabón?

¿Qué tengo que hacer para reinventarme? ¿Es posible rellenarme el pecho con algo que no sea ponzoña? Quizá esté demasiado malograda ya, quizá no tenga remedio. Soy ese juguete roto que, como era imposible de arreglar, decidiste lanzar a la basura.


0 naufragios:

 
Mis Escritos Blog Design by Ipietoon