Ahí lo tenía.
Sí; ahí estaba aquello que siempre anhelé.
Aquello que siempre quise.
Aquello que deseé con un ansia semejante a la de un sediento en un desierto
africano alejado de la mano de Dios.
Y entonces fue cuando lo eché a perder;
cuando no lo cogí y lo dejé pasar,
cuando me arrepentí por no sostenerlo entre mis desesperadas manos.
Y ahora...
Y ahora soy una mera pasajera de la vida. Pasé de protagonista a observador.
Quizá lo más triste de mi situación, es que, en estos momentos, para mí, carece de relevancia la totalidad de lo que siempre consideré importante .
2 naufragios:
Todos comenzamos a reirnos con esa frase ^^
Simple y sencillamente: me encantó
Publicar un comentario