Estás acurrucada en una esquina de tu habitación. Contemplas desde ese punto todos los muebles que la consituyen. Frente a ti está la ventana; la dejaste abierta. Llueve. El agua se cuela a través del hueco de la obertura, mojando las cortinas.
La lluvia va en aumento; se avecina una tormenta.
Hola, ¿cómo estás?
Como si a él eso le importara. Quieres decirle todo lo que piensas; abrir la boca junto con tu corazón, pero no puedes; de tus labios sólo salen mentiras y excusas baratas propiciadas por tu cobardía.
Hola, ¿cómo estás?
Ya no tiene ninguna expectativa en ti, pero que no se preocupe; tú tampoco la tienes. Quisieras ser como la protagonista de un shojo*; guapa y deseada.
Hola, ¿cómo estás?
¿Por qué él no te abre su corazón y te dice todo lo que piensa? Así las cosas serían más sencillas. Ahora sólo existen tus ganas de llorar; derramarás lágrimas que tratarás de ocultar. Gracias.*El shōjo (少女? lit. «mujer joven») es la categoría del manga y anime dirigida especialmente a la audiencia femenina adolescente.
He aplicado este género en el texto porque las protagonistas de los shojos suelen ser adolescentes guapas e idealizadas, de las cuales todos los varones terminan enamorándose.
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