
Yace condenada a balancearse entre aquellas cadenas eternamente.
Su alma ya se ha olvidado de su origen y nombre. No obstante, los restos de lo que una vez fue aún son visibles al caer las 12.
Recemos por la dama del columpio; asesinada por los celos de su marido.
Las cuerdas lloran la sangre despojada del cuerpo hermoso y mortal de la joven; consumido por la ausencia de esperanza y el paso de los años.
1 naufragios:
Tú no estás vacía (:
(L)
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