Era de noche;
estaba oscuro;
muy oscuro.
Sin luz.
No habían estrellas,
y la luna se había ido.
Del interior de la penumbra,
salió una sombra
con los ojos rojos;
brillantes,
siniestros...
Su piel parecía pálida;
cadavérica;
como la de los muertos.
Yo tenía miedo,
recule.
El monstruo me miró;
con inteligencia;
con lucidez.
El aire no llenaba mis pulmones;
me costaba respirar.
—¡¡Luuuuuuuuuna!! —escuché como gruñía la bestia—. ¡¡Estás herida; aguanta!! ¡¡No cierres los ojos!!
Tenía frío,
y estaba tan cansada...
—¡¡Hey!! ¿Me escuchas? ¡¡No te rindas!! ¡¡Resiste!!
Quise hacerle caso,
pero era tan difícil...
Él se aproximó a mí y me cubrió con su chaqueta.
—Siiieempre... F-Fu...Fuiste... así, ¿verdad? — balbuceé de manera casi inentendible.
—Sí, y por culpa de ello tus latidos se detienen.
2 naufragios:
Me imagino que ya re habrán puesto la nota por éste blog, pero impresionante!
FELICITACIONES, JUEGAS CON LOS COLORES Y LE DAS UN TOQUE DE MISTERIO
BESITOS DE LUZ
HOY HA SALIDO TODO EN MAYÚSCULA JAJAJA
BUENA SEMANA
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